Mira mis ojos sólo por un momento: verás que ambiciono poseer el mundo, para ofrecértelo. Pon tu mano en pecho, siente mi corazón latir; cuando lo hace intensamente es sólo por tí. Toma mi mano entre las tuyas, y siéntela temblar: tú y sólo tú, lo puedes provocar.
Observa mi determinación al caminar en éste mundo; producto de la certeza que debemos estar juntos. Mira de cerca el empeño en mis acciónes: en verdad tengo objetivos, no son meras ilusiones. Abraza la verdad que nadie puede negar: nadie, jamás, como yo te va a amar.
Y ahora que tienes la visión de mí, te pido que busques dentro de tí. De nuevo, observa mis ojos y hállate ahí. Hazlo sin miedo, sin dudar y sin mentir. Busca en tu alma, tu corazón y tu mente; y sí ahí tú me encuentras, entonces, deténte. Pues entonces, tu búsqueda habrá terminado. Porque al fin, tú y yo, nos habremos encontrado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario